«Claudia Sheinbaum y la Suprema Corte».

¿Herencia de Poder o Nuevo Estilo de Gobierno?

Sheinbaum asumió la presidencia verdaderamente única, no solo por el desafío de apuntalar un proyecto propio, sino por las sombras persistentes de su predecesor.

 En solo dos meses, Sheinbaum se enfrentó a uno de los dilemas más esenciales. Con ministros independientes, la Suprema Corte de Justicia de la Nación ha mantenido su papel de contrapeso al ejecutivo.

 Las tensiones se intensificaron, especialmente cuando el ministro en retiro, José Ramón Cossío advirtió  una posible  destitución de Sheinbaum, por desacato.

Aunque existe  una reciente reforma al poder judicial, lo cual  no Se realizaría un juicio político en el congreso si incumple un fallo judicial.

Este hecho pone en evidencia la naturaleza inusual y crítica del conflicto.

Sheinbaum ha acusado de provocación a varios ministros y ha sugerido que el asunto podría estallar en un intento de golpe.

A nivel de su partido, la administración de Sheinbaum también enfrenta un desafío ético crítico.

 La admisión de Pedro Haces, un diputado de Morena, es reveladora del deterioro de las prácticas políticas en el país.

Haces se disculpó de manera peculiar y desconcertante: asegura que no voto por la supremacía y exhibió a morena.

 Pedro Haces, quien estuvo entre los diputados de Morena, ponen en claro el desgaste de las políticas en el país. Aunque Haces admitió que no asistió a la votación de una reforma crítica sobre la supremacía constitucional, su voto se registró a favor.

 Lo que es aún más desconcertante es su justificación.  Esta aparente normalización de la impunidad y la arrogancia política sofoca la promesa de Morena de transparencia y cambio.

Mientras tanto, Sheinbaum sigue reflexionando el tipo de gobierno que se propone instaurar, diciendo que no subsidiará Palenque ni la correa del expresidente.

En suma, esta sucesión presidencial, que comenzó como un régimen con expectativas de continuidad, ha expuesto las divisiones de México: la primera, la que pide sentido de mantener estructuras de poder que demandan obediencia.  Y el otro que exige autonomía institucional.

 Por Lo que está en juego el gobierno de Morena y posible derrumbe o colapso político.

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